En medio de la creciente conciencia por la sostenibilidad y la búsqueda activa de alternativas amigables con el medio ambiente, el interés en productos de cuidado personal sólidos ha experimentado un aumento notable. No obstante, es crucial subrayar que la cosmética sólida y los jabones en pastilla no son términos intercambiables, ya que difieren significativamente en su proceso de fabricación y composición.
Los jabones en pastilla, también conocidos como jabones sólidos, se crean mediante el método tradicional de saponificación en frío. Este procedimiento, evocativo de las prácticas históricas de elaboración de jabón en los hogares, implica la mezcla de agua, sosa cáustica y grasa. Tras este proceso, los jabones en pastilla requieren un periodo de «curado» antes de ser aptos para su aplicación en la piel.
En contraste, la cosmética sólida no se produce mediante saponificación. A diferencia de los jabones en pastilla, la espuma y la capacidad de limpieza de los champús sólidos provienen de los tensoactivos, sustancias diseñadas específicamente para limpiar y desengrasar. Es crucial destacar que un champú con tensoactivos no puede considerarse un jabón en el sentido tradicional, ya que no ha seguido el proceso químico de saponificación.
Como destaca Natalia Olmo, fundadora de la firma de cosmética natural y ecológica Maminat, y experta en belleza y cuidado “aunque los términos «jabón en pastilla» y «cosmética sólida» a menudo se utilizan de manera intercambiable, es clave comprender que la diferencia en sus métodos de elaboración es significativa. Mientras que el jabón en pastilla implica una reacción química natural a través de la saponificación, la cosmética sólida, como las cremas corporales sólidas o acondicionadores sólidos, por ejemplo, se crean gracias una mezcla cuidadosamente elaborada de ingredientes con objetivos específicos”.
Esta distinción es esencial al seleccionar productos para el cuidado personal, ya que la elaboración de cosmética sólida implica un proceso más complejo y la búsqueda de ingredientes específicos con propósitos de cuidado concretos y con resultados y eficacia totalmente diferente.
Sobre MaminatMaminat es una firma de cosmética natural, ecológica y consciente que promueve la producción de cercanía, la sostenibilidad y la reducción de emisiones de CO2 en el cuidado corporal a través de sus productos, pensada para los que buscan priorizar su salud y la belleza exterior a través del cuidado personal.Productos 100% naturales y ecológicos aptos, en su mayoría, para veganos, con ingredientes y activos bio, procedentes, en su mayor parte del Mediterráneo, libres de sustancias tóxicas, sin siliconas, parabenos, ni sulfatos.Su fundadora, Natalia Olmo, comenzó a estudiar cosmetología y aromaterapia tras sufrir acné cosmético, aprendiendo, de manera autodidacta, la utilidad de las plantas aplicadas en nuestra piel. Tras seis años de exhaustivo trabajo e investigación, lanza Maminat en 2017, que aboga, además, por la frescura en la industria cosmética, puesto que todos sus productos son absolutamente frescos y están marcados con su fecha de caducidad (de 14 de meses y 6 desde que son abiertos) para saber cuándo debe ser sustituido por otro nuevo y fresco. De esta manera, los productos para la piel cobran el mismo valor que los alimentos frescos, son más nutritivos y contienen menos aditivos.