Mi nombre es Cristina Sabiote, nacida en el Norte de la hermosa Isla de Ibiza. Siempre he sentido una fuerte relación con la naturaleza y la individualidad. Mi historia en el mundo de la moda es un viaje de autenticidad y creatividad. Desde pequeña, fui diferente y rebelde contra las normas impuestas por la sociedad.

Dondequiera que mirara, veía a personas siguiendo las mismas tendencias, como soldaditos preparándose para la vida, olvidando su propio gusto y llevando puesto lo que debes no lo que quieres. Pero yo quería algo distinto, expresarme a través de mi estilo personal sin preocuparme por lo que los demás pensaran. Aunque soy introvertida por naturaleza, mi forma de vestir es mi voz más fuerte. Me encanta mezclar estampados, colores llamativos y texturas inusuales. Quiero que me miren, quiero que me llamen “loca” por mi audacia. Disfruto siendo diferente al resto de las personas. Para mí la ropa no es sólo moda, es una herramienta que comunica quién soy.

 

Gracias a la perseverancia de mi hermana mayor, Jessica Sabiote, el apoyo constante y el amor incondicional me ha impulsado a seguir a delante incluso en los momentos más difíciles, siempre a mí lado, alentándome a ser auténtica y perseguir mis sueños, junto a la influencia inquebrantable de mi padre, Pedro Miguel Sabiote, desde pequeña él me enseñó a apreciar la naturaleza y a luchar por lo que creo.

 

Chamina es un proyecto que se basa en la reutilización y reciclaje de todo tipo de tejidos, manteniendo una armonía con la naturaleza y la Madre Tierra. La industria de la moda es la segunda más contaminante de nuestro planeta, y con este proyecto, queremos empezar a dejar huella y conciencia. En un momento en que la industria de la moda enfrenta desafíos de sostenibilidad, el upcycling se destaca. Nos permite reducir el desperdicio y fomentar una economía circular. Además, es una forma de expresión creativa y personal, creando historia a partir de cada diseño.

 

El upcycling es una técnica que consiste en transformar residuos o desechos, en nuevos objetos de valor. Puede aplicarse a cualquier tipo de diseño y fabricación, incluyendo muebles, prendas de vestir, textiles y objetos decorativos. En lugar de desechar materiales, se les da una segunda vida al convertirlos en algo nuevo y único.