Ahora el clásico estilo Balmoral se llena de color y de vida para darle un airque mucho más fresco y rejuvenecedor.
La moda es un fenómeno en constante cambio, pero hay estilos que se mantienen casi intactos con el paso del tiempo, como la estética Balmoral, una fascinante fusión entre la elegancia clásica y los toques contemporáneos inspirados en la aristocracia británica que tanto nos ha inspirado (y lo sigue haciendo). Referencias que tomamos de las imágenes de archivo, así como de los looks que seguimos viendo de la familia real británica.
La estética Balmoral recibe su nombre por el Castillo de Balmoral, la residencia de verano de la difunta reina Isabel II en Escocia. Una tendencia estrechamente relacionada con la elegancia y el lujo asociados con la realeza británica. Se nutre de prendas y estampados tan icónicos como la gabardina o el tartán. Colores y texturas clásicas, con detalles vintage y accesorios elegantes, una tendencia que evoca la opulencia y el glamour de la realeza. También es un estilo que se adapta a la moda actual, añadiendo toques personales y contemporáneos para crear un look único y distintivo.
Una tendencia que tradicionalmente se nutre de tonos neutros que se mimetizan con el entorno escocés. Verdes, ocres, tonos en azul y muchos marrones pero, ¿por qué no darle un toque de color al estilo para alegrar los días más grises? Es el momento de revitalizar y rejuvenecer tu look, dándole un giro al estilo Balmoral. Añadir tonos más llamativos como el rojo, el mostaza o el azul eléctrico pueden aportar frescura a tus looks.
Estilos que mantienen los patrones y las formas, pero donde destacan los estampados a todo color, incluso con un toque psicodélico, son los que encontramos en la firma española Celia B y que encajan a la perfección para llevar el estilo Balmoral al siguiente nivel. Además, se siguen teniendo muy en cuenta detalles como los cuellos, los botones, los volantes o los puños de las mangas, que serán los encargados de modernizar esas prendas.
Esta estética también radica en su capacidad para adaptarse a la moda actual, tal y como se está encargando de hacerlo uno de los miembros más importantes de la familia real británica: Kate Middleton. La mezcla de piezas clásicas con elementos modernos y vibrantes es la clave para llevar esta tendencia a un nivel superior de sofisticación y frescura.
Las prendas de Celia B tienen eso que necesita la estética Balmoral, ese chute de energía que convive con piezas clásicas en colores que se funden con los tonos del castillo esocés. De la chaqueta Olivo que llevaría la mismísima Camila Parker Bowles, a la camisa con volantes en el cuello y en los hombros que sería la favorita de Kate para llevar con unas botas de agua, unos vaqueros y una chaqueta guateada.
Chaqueta Olivo, de Celia B. PVP: 397,95€
Camisa Cherry, de Celia B. PVP: 177,95€
Vestido Coquelicot, de Celia B. PVP: 432,95€
SOBRE CELIA B
Celia B es una marca española fundada en 2012. Su seña de identidad es el diseño de ropa divertida, apasionada y atemporal que hace brillar a las mujeres que la visten. Más allá de su pasión por el textil, cuentan con una vinculación especial con la artesanía y un fuerte compromiso con la sostenibilidad.
Celia Bernardo es la fundadora, corazón y alma de la marca. Con un amor por los colores vibrantes, los tejidos y los estampados llamativos, cuenta con un don especial para crear belleza a partir del caos y la contradicción. Su objetivo: divertir a través de sus alegres creaciones.
Los diseños de Celia muestran la inspiración que surge de sus viajes por todo el mundo. Desde las rayas vistas en Rajasthan hasta los batiks de Indonesia. Su uso de motivos tradicionales se combina a la perfección con texturas exageradas y audaces explosiones de estampados y colores.
Después de estudiar Publicidad y RRPP en Madrid y Comunicación de Moda en Milán, Celia escapó a Ibiza donde comenzó a diseñar y vender sus propias joyas. Más tarde, vivió la siguiente década trabajando con marcas como Zara, Pepe Jeans y Asobio. Sin embargo, su amor por los viajes y el diseño hicieron que la industria del «fast fashion» no encajaran con su visión de la moda.
Finalmente, en 2012 emprende su reto más importante creando su propia marca donde canaliza su pasión por los viajes y su amor por las piezas artesanales que le lleva a ser coleccionista de textiles, patrones y atesorar inspiraciones que nos trasladan desde las selvas y playas de América Latina hasta las medinas marroquíes.