De todos es sabido que las extremas condiciones meteorológicas del invierno son un verdadero dolor de cabeza para los conductores, ya que condicionan desfavorablemente las condiciones de la conducción y dificultan el funcionamiento de algunos de los sistemas más importantes de nuestros vehículos. Sin embargo, el calor veraniego no se queda atrás, ya que les somete a temperaturas capaces de poner al límite su mecánica y convertir las carreteras en un infierno.
Por ello, en los periodos de calor extremo es imprescindible dedicar una atención especial a su mantenimiento y minimizar así las posibilidades de tener que enfrentarse a una avería bajo un sol abrasador. Pero, además, también hay que vigilar el bienestar del conductor, ya que permanecer en un vehículo con mucho calor puede afectar a la conducción de manera grave: las altas temperaturas provocan sensación de agotamiento, sueño, falta de reflejos, deshidratación e incluso calambres, que pueden ser muy peligrosos al volante.
Por ello, Alquiber, empresa líder en el sector del renting flexible, nos ofrece una serie de consejos y medidas -basados en el mantenimiento preventivo que la compañía realiza a todos sus vehículos antes de entregarlos a sus clientes- con los que es más sencillo hacer frente a los inconvenientes de la canícula y conseguir que nuestro coche siempre esté dispuesto a ofrecernos su máximo rendimiento. Además, los expertos de Alquiber también nos ofrecen una serie de recomendaciones para conductores y pasajeros, con los que afrontar los viajes veraniegos con mayor comodidad y seguridad, incluso maximizando el ahorro de un accesorio imprescindible durante estos meses como el aire acondicionado.
Cuida de tu vehículo
Al inicio del verano es importante revisar el vehículo ya que es una época en la se realizan viajes más largos y, por tanto, recorremos más kilómetros. Sufrir una avería bajo un sol abrasador no es plato de buen gusto para nadie. Las temperaturas extremas tienden a ser un catalizador para las averías cuando algo no funcionaba bien o estaba desajustado anteriormente en el vehículo.
Revisión general. Para evitar males mayores, revisa el vehículo antes de que llegue el calor y soluciona las pequeñas cosas que estaban dando problemas. Comprueba también los niveles de los líquidos -aceite, refrigerante y el agua del limpiaparabrisas son imprescindibles-, el funcionamiento del aire acondicionado, etc. Además, comprobar fugas en radiador y manguitos y asegurarse de que están bien ajustadas las conexiones, mantener el radiador limpio, asegurarse de que el depósito está en el nivel indicado por el fabricante y dedicar más atención al indicador de temperatura en el panel de instrumentos son algunas de las medidas que te ayudarán a evitar sorpresas desagradables con el sistema de refrigeración.
Neumáticos. El mantenimiento de los neumáticos es importante en cualquier época del año, ya que es la única superficie del vehículo en contacto con el asfalto. Sin embargo, es en estos meses de verano en los que más viajes largos se planean, por lo que es más importante que nunca asegurarse de que la presión es la correcta de acuerdo con las indicaciones del fabricante, así como de que la profundidad del dibujo sea mayor a 1,6mm.
Sistema de frenado. Los frenos también son una de las posibles víctimas del verano, ya que el calor excesivo hace que las pastillas se desgasten más rápido. Además, en esta época son habituales las tormentas, que pueden obligarnos a poner a prueba nuestros frenos de manera inesperada. Hacer una revisión garantizará una mayor seguridad y hará que nuestros frenos reaccionen correctamente en cualquier situación.
Filtros. La aridez del verano también implica que debamos prestar especial atención a los filtros tanto de cabina como del aire, ya que en esta época tan seca es más fácil que las partículas de la carretera queden en suspensión en el aire y sean absorbidas por el coche. Un filtro obstruido puede acarrear diversos problemas, entre ellos, que el motor se gripe.
Seguridad para conductores y pasajeros
Alquiber también te ofrece una serie de recomendaciones dirigidas a conductores y pasajeros para afrontar el calor y los viajes veraniegos con mayor comodidad y seguridad.
Evita las horas de más calor. El intervalo entre las 12:00 y las 16:00 horas es el más caluroso de todos, por lo que es conveniente no coger el coche o emprender un viaje en esa franja.
Utiliza ropa adecuada. La ropa ligera y de color claro, que absorbe menos luz y evita el calor, pueden ser nuestros aliados a la hora de emprender un viaje en verano. Sin embargo, hay que evitar la desnudez, ya que nos expone a quemaduras solares y aumentar la sensación de calor en el cuerpo. También hay que evitar conducir con chanclas por motivos de seguridad, ya que hay alternativas cómodas y frescas con las que no se corren riesgos. Conducir sin camiseta o con chanclas, además de ser poco seguro, acarrea sanciones.
Come ligero. Tan importante como mantenerse bien hidratado es evitar las comidas copiosas, que pueden provocar sensación de pesadez y somnolencia, un cóctel explosivo si además sumamos calor extremo. Lo más recomendable es comer ligero y varias veces al día.
No te saltes los descansos. La recomendación estándar dice que hay que hacer un descanso cada dos horas al volante. No obstante, en verano es conveniente aumentar la frecuencia para hidratarse y despejarse en una sombra fresca.
Aumenta la distancia de seguridad. Como ya hemos señalado, el calor afecta a la capacidad de reacción de nuestros cerebros, por lo que aumentar la distancia de seguridad con otros vehículos es una buena recomendación. Además, puede que hayas seguido todas estas recomendaciones y te encuentres fresco y atento al volante; sin embargo, nunca se sabe cómo están afrontando el calor el resto de los conductores en carretera.
Ahorra aire acondicionado
Los expertos de Alquiber también nos explican sus secretos para realizar un uso racional y maximizar el ahorro del aire acondicionado, un accesorio imprescindible para hacer frente al calor con seguridad cuando los termómetros se disparan.
Primero, ventila. Según la Dirección General de Tráfico (DGT) cuando la temperatura exterior alcanza los 39ºC, hay zonas del vehículo en las que se pueden alcanzar los 70ºC. Debido a este fenómeno, es extremadamente importante ventilar el coche adecuadamente antes de montar en él, así lograremos enfriar un poco el habitáculo y evitaremos que el aire acondicionado tenga que realizar un sobresfuerzo. Poner el aire acondicionado a tope cuando la temperatura es tan elevada no ayuda a rebajarla antes y, además, puede causar una avería, ya que el sistema de aire acondicionado necesita ponerse en funcionamiento progresivamente, nunca a toda potencia desde el principio. Cuando el calor del coche se haya dispersado un poco, enciende el aire acondicionado a baja potencia. Puedes aumentarla cuando notes que el aire comienza a salir frío en vez de templado. Cuando el coche alcance la temperatura adecuada, mantén una potencia baja y constante para reducir el gasto.
Nunca con el motor parado. Poner el aire acondicionado con el motor parado no va a enfriar el coche. Sólo conseguirá que gaste batería.
Orienta las rendijas. Aunque el calor nos pida dirigir un chorro de aire frío a nuestro rostro, la mejor forma de que el frío se distribuya de manera uniforme por todo el vehículo es que apunten hacia arriba.
No te pases con el frío. La temperatura adecuada es entre 21 y 25 grados. No es necesario enfriar más el vehículo y, además, nos evitará cambios bruscos de temperatura que no son buenos para nuestra salud.
Ojo con las ventanillas. El aire frío se irá por las ventanillas si las abres, así que elige uno de los dos sistemas de refrigeración, pero nunca ambos a la vez.
Aire del exterior. Cuando el coche haya reducido su temperatura ambiente y siempre que la temperatura fuera del coche no sea muy alta, puedes poner en marcha la entrada de aire del exterior, lo que te permitirá ahorrar combustible.
Mantenimiento y limpieza. Recuerda recargar el gas del aire acondicionado y realizar un mantenimiento adecuado de tu vehículo para no tener sorpresas el día que más lo necesites. Mantén el coche limpio y aumentarás la eficiencia del sistema.
Sombra y parasoles. La mejor manera de lograr un ahorro en el aire acondicionado de tu vehículo es no tener que enfriarlo demasiado. Por eso, es mejor aparcarlo siempre a cobijo del sol. Y, si no puedes aparcar a la sombra, utiliza parasoles para evitar que el coche se caliente en exceso.