Ni de tipo sastre ni gabardina, está temporada los abrigos XL son la clave de los looks de las que más saben de moda.

Las temperaturas han bajado de forma oficial, lo que significa que prácticamente ha llegado el invierno y es que este cambio de estación también anuncia el regreso de los abrigos como la prenda imprescindible de la temporada. Este año, de entre todas las opciones que encontramos y que muchas de ellas ya las tenemos en el armario, también están los maxi abrigos, esos que se han alzado como la prenda estrella que reina en las pasarelas y se apodera del street style.

 

Una tendencia que ha recibido una gran acogida y que ha relegado a un segundo plano las piezas más ajustadas a favor de una estética más holgada y cómoda. Los abrigos oversize han eclipsado en las pasarelas, tal y como hemos visto en las colecciones de Margiela FW23 y Alexander Wang FW23, así como en las calles de las principales ciudades de la moda. En tamaño maxi, se llevan largos y ligeramente holgados, en siluetas donde vemos maxi solapas, hombreras y largos diferentes a los habituales.

 

Los abrigos maxi no solo nos mantienen calentitas en los días más fríos, también son el nuevo básico de la temporada en formatos como el abrigo de tipo sastre, de piel, gabardinas, furry o con estampados, entre otros. Una gran variedad de opciones para todos los estilos y momentos, que le dan un toque de lo más sofisticado y trendy a cualquier look.

 

 

Desde los clásicos atemporales de líneas sobrias hasta las piezas más llamativas y originales, los abrigos maxi son el centro de atención este otoño-invierno. Y es que aunque los abrigos más sencillos (aunque XL) pueden ser una gran opción para combinar con cualquier look, los repletos de color se han convertido en nuestros favoritos para un look único que le de ese toque a los días más grises.

 

 

Mirela Balic ha sido la última en unirse a esta tendencia tan cozy con un maxi abrigo de pelito en color blanco y negro, y es que lo cierto es que este tipo de abrigos son ideales tanto para el día a día con unos vaqueros y un jersey, como con un vestido para una alfombra roja.

 

 

La moda, una vez más, se rinde ante la comodidad y la sofisticación que ofrece la tendencia XXL, proporcionando una variedad de opciones como los diseños de la española Celia B. Abrigos en formato maxi, calentitos y repletos de color. Diseños que le darán a tus looks ese aire sofisticado como el de las combinaciones de las que más saben de moda.

 

Lavanda Coat, de Celia B. PVP: 537,95€

Vermelho coat, de Celia B. PVP: 525,95€

SOBRE CELIA B

Celia B es una marca española fundada en 2012. Su seña de identidad es el diseño de ropa divertida, apasionada y atemporal que hace brillar a las mujeres que la visten. Más allá de su pasión por el textil, cuentan con una vinculación especial con la artesanía y un fuerte compromiso con la sostenibilidad.

 

Celia Bernardo es la fundadora, corazón y alma de la marca. Con un amor por los colores vibrantes, los tejidos y los estampados llamativos, cuenta con un don especial para crear belleza a partir del caos y la contradicción. Su objetivo: divertir a través de sus alegres creaciones.

 

Los diseños de Celia muestran la inspiración que surge de sus viajes por todo el mundo. Desde las rayas vistas en Rajasthan hasta los batiks de Indonesia. Su uso de motivos tradicionales se combina a la perfección con texturas exageradas y audaces explosiones de estampados y colores.

 

Después de estudiar Publicidad y RRPP en Madrid y Comunicación de Moda en Milán, Celia escapó a Ibiza donde comenzó a diseñar y vender sus propias joyas. Más tarde, vivió la siguiente década trabajando con marcas como Zara, Pepe Jeans y Asobio. Sin embargo, su amor por los viajes y el diseño hicieron que la industria del «fast fashion» no encajaran con su visión de la moda.

 

Finalmente, en 2012 emprende su reto más importante creando su propia marca donde canaliza su pasión por los viajes y su amor por las piezas artesanales que le lleva a ser coleccionista de textiles, patrones y atesorar inspiraciones que nos trasladan desde las selvas y playas de América Latina hasta las medinas marroquíes.