La historia de De Chávarri es realmente inspiradora. Dos hermanas, Curra y Cristina Chávarri, viajan en familia a París cuando apenas tenían 18 años, allá por la década de los 90. Allí visitan el Museo del Louvre y las dos quedan fascinadas frente a la Victoria de Samotracia. Un momento clave que marcó a las hermanas. La imponente escultura era la representación de una mujer dando un paso al frente, en actitud valiente y desafiante ante la vida, con fuerza titánica. Y ese viaje marcó un antes y un después.

 

Treinta años después de aquella experiencia, y con carreras profesionales totalmente distintas pero unidas por la pasión con la que se involucran en cada proyecto, las hermanas madrileñas han revolucionado el sector con su proyecto más personal e intimista, De Chávarri, una marca premium de accesorios de marroquinería producida íntegramente en España, que apuesta por la creación de piezas únicas que combinan materia prima de gran calidad, artesanía, durabilidad y diseño exclusivo y atemporal.

Sin duda, la genética ha tenido algo que ver en su carácter emprendedor. Nietas por parte materna de Juan Garayo, empresario y aventurero navarro; y por parte paterna de Bernabé Chávarri, ingeniero industrial que emprendió la aventura de comprar la patente de las icónicas máquinas de escribir Byron, estableciendo en Madrid su fábrica de producción, y de Remedios Dicenta, sobrina del célebre Manuel Dicenta y del dramaturgo Joaquín Dicenta,las hermanas tuvieron referentes empresariales y artísticos desde muy pequeñas.

 

Un pasado inspirador que ha marcado el carácter emprendedor de las hermanas. Con los primeros bocetos nació De Chávarri pero también se paró todo. La ilusión de esta nueva aventura se vio truncada. La mayor de las Chávarri estuvo durante meses luchando contra la pandemia en su momento más duro donde sólo había sitio para el miedo, la incertidumbre y el dolor. Pero a medida que la situación sanitaria mejoraba, De Chávarri volvió con mucha más fuerza. Ahora sí, era el momento. Y las hermanas aprovecharon sus escasos ratos fuera del hospital perfeccionando un bolso que fuera práctico y funcional, pensado para que una doctora pudiera llevar todo lo que necesita.

Traté de habituarme a un maletín de trabajo de mi marido, también recurrí a una mochila, a llevar varios bolsos a la vez. Dejaba uno en el maletero del coche y cuando llegaba al trabajo me daba cuenta de que necesitaba algo que estaba en ese bolso… parecía imposible organizarse”, comenta Curra Chávarri sobre el origen de la marca. “Le comenté a mi hermana Cristina la idea de ponernos manos a la obra e idear un bolso donde, en la medida de lo posible, pudiéramos llevar todo y de forma ordenada, y sin renunciar a la elegancia y la sofisticación de un buen bolso de lujo”, continúa Curra.

 

Y después de intensos meses la marca se presentó hace unos meses en sociedad. De Chávarri ofrece el perfecto equilibrio entre la elegancia y la funcionalidad en accesorios de trabajo revisados y adaptados a las tendencias actuales, para una mujer decidida, valiente y profesional que no renuncia a la practicidad ni al diseño más vanguardista.

Para su primera colección retomaron ese viaje juntas a París y se inspiraron en la fascinante escultura Victoria de Samotracia, de donde toma su nombre, Colección Victoria, y es una celebración del empoderamiento femenino que cuenta con dos modelos de bolsos-joya, ofreciendo dos estilos diferentes pero ambos disponibles en dos colores, negro y cuero, pensados para una mujer todoterreno. Una producción de unidades reducidas trabajadas a mano en Ubrique hasta el último detalle.

 

El bolso Doctora es un maletín de trabajo reinterpretado en formato maxi bolso, realizado en piel de vacuno natural suave, resistente al agua, con interior de microfibra flexible que, como novedad, incorpora múltiples compartimentos en el interior para una mayor comodidad (y facilidad para encontrar todo). Este diseño está totalmente forrado para brindar un aspecto más sofisticado y aportar una mayor resistencia. Además, cuenta con doble asa de mano y correa de piel extraíble y pies de metal para proteger la base. La colección Victoria también incluye  un sofisticado clutch tipo portadocumentos que incluye una asa larga extraíble.

 

La selección de tejidos, materiales y todo el proceso de fabricación se ha sometido a exigentes procesos de calidad y pruebas de resistencia para ofrecer productos que duran en el tiempo y que puedan pasar de generación en generación.