Abdomen, papada y pecho, los tres problemas estéticos del hombre maduro, con Moisés Martín Anaya
LA CIRUGÍA ESTÉTICA A LOS 50: ELLOS TAMBIÉN LUCHAN CONTRA LA GRASA
Sí, porque la pelea contra los lípidos, en su nombre médico o contra la gordura, el nombre coloquial, no es exclusiva de la mujer y, mucho menos, si hablamos de los cincuenta. Es en esta década cuando el estilo de vida se refleja más en el cuerpo, al estar cada día más presentes los síntomas del envejecimiento.
Los años pasan y los kilos pesan, y en el hombre unos y otros se hacen notar especialmente en tres zonas del cuerpo: el abdomen, el pecho y el mentón.
Poca novedad sobre el primer problema: la grasa se acumula en el estómago del varón y esa barriguita, primero, gran barriga, después, puede convertirse en un problema estético que no logran vencer ni el gimnasio ni la dieta.  Para acabar con ella mediante estas herramientas hace falta no sólo disciplina, sino tiempo y, en la mayoría de los casos, un buen entrenador personal.
Eliminar esa grasa supone no sólo una mejora estética, sino también un punto de partida para comenzar una vida más saludable, lo que, a los 50 elimina riesgos para la salud cardiovascular.
La cirugía estética tiene la solución más rápida, eficaz y con garantía de permanencia. Hablamos de la abdominoplastia, una operación que se realiza en quirófano y que no sólo elimina el depósito graso, sino que retira la piel sobrante y recoloca la musculatura, distendida por el paulatino aumento de volumen en la zona y por los intentos de adelgazar.
Dependiendo de cuál sea el caso, explica el cirujano plástico Martín Anaya el paciente puede pasar de entre una a cuatro horas en el quirófano, aunque el tiempo medio estimado es de noventa minutos. No se trata, añade, de una cirugía sencilla, a la que puedan aplicarse prefijos como “mini”. No existe la mini abdominoplastia, advierte, ya que en esta intervención se abordan estructuras profundas y se trabaja en un área amplia, por lo que la anestesia recomendada es la general y el tiempo de estancia hospitalaria de cuarenta y ocho horas.
Mucho más sencilla es la reducción de papada. El depósito graso bajo el mentón es más común en el hombre y su origen se debe a la herencia genética. Aunque los años y la obesidad influyen, la papada se hereda. Para eliminarla gracias a los procedimientos estéticos hacen falta sólo veinte minutos y un cirujano plástico, estético y reparador. Porque, aunque se trate un procedimiento ambulatorio sencillo, bajo anestesia local y sedación, esta pequeña liposucción debe ser realizadas por especialistas.
Y volviendo a la anestesia general y al quirófano, la ginecomastia o acúmulo graso en el pecho masculino suele deberse también a una nutrición rica en hidratos y lípidos. Puede aparecer en la adolescencia —de hecho, el 70% de los chicos pueden desarrollarla en estos años— pero, aclara Moisés Martín Anaya, tiene a desaparecer de manera natural. En los cincuenta, con el descenso de la testosterona, el pecho masculino puede aumentar, de ahí que se demande más esta intervención.
Este tipo de ginecomastia se elimina mediante la liposucción. Esto es, se aspira la grasa depositada en las mamas, igual que se hace en el abdomen, mediante el tradicional sistema de cánulas. Tampoco en este caso se precisa de hospitalización, pero sí, como siempre, que se somete a una cirugía, de unos cuidados postoperatorios.  Muchas veces el resultado se ve influido por lo bien o mal que se sigan las recomendaciones del cirujano. Pero eso ya es el final. Volviendo al inicio y para reducir volumen graso en el varón: buena alimentación y deporte regular y manos expertas.
Clínica Martín Anaya (Avda. Menéndez Pelayo, 9. Madrid 28009. Teléfono: 91 43 56 776).
Para más información: carmen@misszoe.es
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