El próximo 6 de octubre llega a los cines un clásico de la literatura española. El director Oriol Paulo (El inocente, Durante la tormenta, Contratiempo) se ha encargado de la adaptación de la famosa obra de Torcuato Luca de Tena, Los renglones torcidos de Dios, en una película homónima que lleva visos de convertirse en una de las joyas del 2022.

Bárbara Lennie (Todos lo saben, Petra, Magical Girl) encarna a Alice Gould, investigadora privada que se infiltra en un hospital psiquiátrico como paciente para resolver un crimen. Sin embargo como interna encontrará más dificultades de las esperadas, como el modo en que el director del centro, interpretado por Eduard Fernández (ganador de 3 premios Goya y que acaba de rodar la segunda temporada de 30 monedas), afronta su historia. Una trama llena de giros, descubrimientos y tensión que nos mantiene en vilo hasta el fin.

Más allá de la adaptación de la historia, cuya trama ha sufrido algunas modificaciones menores que no afectan al fondo de la obra, la película es una adaptación magistral recreando a mi modo de ver lo más importante en un libro: los personajes con su personalidad intacta y el imaginario de sensaciones, fotogramas inventados y sentimientos que todos recreamos en nuestra cabeza cuando leemos. Desde el primer minuto quienes conozcan el libro sentirán que realmente han abierto sus páginas para mirar en él.

Tras la proyección de la película en la premiere de Kinépolis Valencia con los preestrenos del festival de cine Antonio Ferrandis, TheoModa ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano detalles de la filmación en un coloquio con el director Oriol Paulo, el actor Eduard Fernández y el actor valenciano Samuel Soler que interpreta a Rómulo y Remo, dos gemelos internados en el psiquiátrico.

Recrear un psiquiátrico y todos sus integrantes no ha sido tarea fácil, y por eso digo que no se deja nada al azar. Oriol nos detalla el proceso de selección, cuidado y exigente para encontrar todos y cada uno de los perfiles necesarios, especialmente en el caso de los enfermos mentales. Primando la fidelidad al personaje antes que cualquier otro factor, hecho que ha provocado por ejemplo que Samuel Soler interprete a los gemelos Rómulo y Remo, en vez de recaer en una pareja real de gemelos. Una vez seleccionado cada actor o figurante, se asignó un coach a cada uno de ellos, con un completo dossier sobre la enfermedad mental que debían interpretar, de modo que la figuración de la película resultara creíble. Esta atención a los detalles y minuciosidad al preparar personajes secundarios o incluso figuración se hace notar en el resultado final de la película. Los personajes, siempre fieles a su carácter, desvelan el hilo narrativo de la película con naturalidad, como nos comenta Eduard Fernández. Una perfecta integración del guión y la actuación.

Pero no confundamos azar con libertad. Contando con grandes de la interpretación como son Bárbara Lennie y Eduard Fernández sólo podía salir algo bueno de escucharles y dejarles espacio para actuar libremente. Oriol Paulo ha sabido hacerlo, y comenta con Eduard que en todo caso la comunicación entre ambos fue fluida, habiendo escucha por ambas partes. También nos desvela un secreto sobre la escena del baile de Bárbara, que en un inicio iba a ser mucho más corta, pero hablando con la actriz sobre el personaje y evocando imágenes que ayudaran a la interpretación, acabaron concluyendo que la escena merecía más espacio, y dejó total libertad a Bárbara para disfrutar el momento y evolucionar su actuación. El resultado, una obra maestra.

Por lo tanto, desde TheoModa os animamos a visitar los cines a partir de este próximo 6 de octubre para no perderos esta nueva joya del cine español.

Texto: Alicia NM