Cada principio de año hacemos una extensa lista de nuevos propósitos, que rara vez llegan a cumplirse y siempre figura uno, “ponerse a dieta”. ¿Y sabías que parte del fracaso se debe a que enero es el peor mes para empezar un régimen? Aunque más que intentar perder peso de forma acelerada, deberíamos plantearnos un estilo de vida más saludable y permanente, febrero es el mejor mes para empezar a olvidarnos de esos kilos extra. Bodega de los Secretos, el restaurante compuesto por reservados y, por lo tanto, el más seguro de Madrid, nos cuenta por qué y algunos trucos para que sea un éxito. También, nos muestra alguna de sus mejores opciones para mantener una alimentación sana y equilibrada todo el año.

- En enero es muy probable que sigamos guardando en nuestras despensas sobras de productos y platos muy calóricos que nos hagan caer en la tentación y arruinar nuestro plan.
- Tras los excesos navideños, llegan los remordimientos y la impaciencia y podemos caer en la trampa de las dietas milagro, que no existen, así como los “super-alimentos”, tampoco. La pérdida de peso debe ser la consecuencia de adoptar unos buenos hábitos de vida y no el objetivo para hacer cualquier dieta.
- Enero es el mes más frío del año, por lo que pasamos más tiempo libre en casa y podemos llegar a confundir el hambre real con el emocional. Además, apetecen más platos calientes y calóricos y menos frutas y ensaladas.
- Cualquier momento del año resulta beneficioso para ponerse a dieta. Pero, lo más acorde para perder los kilos de más pasaría por la modificación de los hábitos. Lo aconsejable es controlar las comidas durante todo el año y no sólo durante fechas concretas.
Consejos para seguir una dieta de forma sana, eficaz y exitosa
- No saltarnos el desayuno. Estaremos dejando de tomar nutrientes muy necesarios para afrontar el día con energía y llegaremos con menos hambre y ansiedad al resto de comidas.
- Seguir un horario. Si comemos a las horas a las que estamos acostumbrados evitaremos picar entre horas y ayudaremos al metabolismo a estar más tiempo en funcionamiento y quemando calorías. Además, también es beneficioso adelantar las horas a las que comemos, especialmente las cenas; es bueno contra el insomnio, para controlar los niveles de insulina y por supuesto, para adelgazar.
- Consumir alimentos con fibra. Nos ayudan a tener una mayor sensación de saciedad, lo que nos ayudará a tener menos hambre y, por tanto, a perder peso.
- Cenar proteínas. Acompañadas de verduras de bajo índice glucémico. Hay que evitar los hidratos de carbono, que se transforman en grasa.
- Evitar tóxicos sociales. Como el alcohol que solo nos aporta calorías vacías e incita a comer grasas e hidratos nada saludables, y el tabaco que genera más ansiedad.
