Kabuki Bar, así es el templo de la coctelería que arrasa entre la jet madrileña

Desde que abrió puertas el pasado octubre, Kabuki Madrid es una de las grandes direcciones que todo buen sibarita debe tener en el radar. A su impresionante espacio de más de 500 metros cuadrados, se unió la gran sorpresa con la que abría el último gran proyecto de Grupo Kabuki: su coctelería, llamada Kabuki Bar. Es un cosmopolita templo de mixología con un diseño minimalista a la par que sofisticado y vanguardista como su curioso e hipnotizante techo que recrea un efecto óptico con triángulos de espejo retroiluminados con tiras de led. Los tragos los firma Julián Gómez que ha querido trasladar la mítica cocina Kabuki a su versión líquida, apostando por productos nipones como el sake, el umeshu, los whiskys japoneses, el té matcha o el jengibre. Sin renunciar a las normas de la coctelería clásica y disfrutando de las nuevas tendencias, Gómez firma una carta de creación propia y de reinterpretación de clásicos. Desde los míticos negroni, whisky sour, margarita o manhattan hasta nuevas creaciones como el cóctel Juu con tequila y vermouth de verdejo, el Roku con ginebra Roku, sake, vermouth seco y jerez o el Hachi, wshiky Hakushu Distiller’s Reserve, Port Charlotte, miel de umeshu al jengibre, lima y shisho.

Tragos que te dejan con la boca abierta.

Frecuentado por multitud de celebrities, empresarios y de la jet madrileña, Kabuki Bar ya es el nuevo place to be de la capital. Un emplazamiento desenfadado, glamouroso y con mucha vida para los que quieren disfrutar de un afterwork con alma Kabuki, tomar una copa durante su shopping por la zona o tomarse un cóctel antes de pasar al restaurante. También se puede disfrutar de una carta corta con una selección de nigiris y makis clásicos así como de una selección de tapas japonesas.